Berlín es una ciudad bastante grande y hay mucho que ver en
ella, por lo que no creo que nadie se aburra ni un minuto, para mí no tiene
desperdicio.
¿Cuáles son los mejores
meses para viajar a Berlín?
Considero que la mejor época para viajar es primavera –verano,
cuando la temperatura ronda los 23ºC. Más que nada porque yo soy friolera y los
inviernos en Berlín son crudos jaja, puede llegar a congelarse el rio Spree.
¿Cómo recorrer Berlín,
andando, metro…,que nos recomiendas?
Una vez en el aeropuerto, os aconsejo
el metro. Si tenéis claro donde está ubicado vuestro hotel, en el punto
de información del mismo aeropuerto (bien sea Tegel o Schönefeld) os pueden
indicar que línea tomar, en caso contrario un taxi ronda los 22 euros y os deja
en la puerta del hotel. El transporte en Berlín, en general, es súper eficiente
(hablemos tanto de autobús y metro como de tren o tranvía). En la oficina de
información y turismo de la ciudad se puede cotejar diferentes tarifas de
billete o bono, según los días que vayas a estar. También
son muy recomendables los Freetours,
¿Y de qué trata, de que
va eso?
Pues como su nombre indica son visitas guiadas
totalmente gratuitas. (Aunque recomiendo que se contribuya a que se sigan
realizando.) La labor de estos guías es impecable, son visitas a pie, normalmente,
de unas dos horas cincuenta minutos de duración, que comienzan en la Pariser
Platz ( junto a la puerta de Brandenburgo y cerca de la enorme y original plaza-
monumento a las víctimas judías del
holocausto “que, a propósito, es un
lugar impactante por la calma que transmite en medio del barullo de la ciudad” (el
monumento es como un laberinto de bloques de tamaños distintos como imitando
las tumbas de un cementerio) y…,ésta ruta termina en la torre de televisión,
cerca del Ayuntamiento Rojo, pasando por
el Muro de Berlín (llamado también
muro de la vergüenza) entre otros lugares de interés.
Otro tour interesante,
ya que estamos, y que recomiendo que
realicéis con guía, (podéis visitar la pag- TourgratisporBerlin.) es el de la visita al antiguo campo de concentración en
Oranienburg.( Esta visita se hace en autobús, pero se coge el autobús de línea
pagándose el billete cada uno), y es un tour donde entre lo que veis y las
explicaciones del guía os podéis crear una idea clara de los horrores que se
sufrieron allí. En un día gris, en esa explanada donde una vez estuvieron
hacinadas miles de personas, el silencio puede ser ensordecedor. Conmovedora
visión de los barracones, la prisión, la cocina, la lavandería…,con objetos
utilizados por los prisioneros. Al igual que de la zanja de las ejecuciones, la
fosa común, el crematorio o la cámara de gas…,son estancias que te invitan a
reflexionar sobre lo que allí ocurrió.
Por otro lado, aunque a los Berlineses yo los describiría como
personas toscas en su trato, son entrañables, dinámicos y vanguardistas. Para
mí los Berlineses tienen la virtud de aprender de sus fallos y la capacidad de
no volverlos a cometer. Tienen esa actitud reflexiva de querer hacer las cosas
bien. Y esto dentro de una ciudad en continua efervescencia de ideas y
proyectos, hace que Berlín rebosé arte y
cultura por cada esquina. En Berlín el arte, después de la caída del muro, tomó
la ciudad unificada, la cual que se convirtió en una demostración ilustrada del
arte urbano, exhibido en las paredes de las casas, en las calles, en
los barrios enteros, hasta en el resto del muro de Berlín (llamado East Side
Gallery) cuya visita es irremediable.
¿Qué nos encontramos en
Berlín?
En Berlín, que es una ciudad donde se mezcla lo clásico con
lo moderno, y lo cotidiano con lo vanguardista, también se mezclan culturas,
aproximadamente el 10% de la población son extranjeros que llegaron con un
trabajo temporal y terminaron afincándose en la ciudad. En su mayoría turcos,
polacos, rusos e italianos y en menor medida africanos y asiáticos. Yo creo que
precisamente por esta mezcla notable y porque Berlín aprovecha cualquier
espacio al aire libre para crear un ambiente único y sorprender, te recomiendo
que sientas curiosidad por cada rincón, asómate
a cada patio de manzana de edificios públicos o privados y te encantarán
las terracitas con las que te vas a encontrar, que tanto de día como de noche
tienen un aire envolvente, especial, incluso algunas se convierten en museos
temporales, lo cual es fascinante. Muy recomendable relajarte mirando las aguas
del rio Spree a la puesta de sol, en las tumbonas que los barecitos ponen al
margen del rio, desde donde se ve de fondo la cúpula y mirador de cristal del
Parlamento mientras saboreas una Berliner (que es la cerveza típica Berlinesa). También encuentras hamacas a la orilla del rio, en el
restaurante El Yaam: donde puedes placenteramente degustar comida africana escuchando música reaggae. Todo un deleite para el paladar y los
oídos.
Una de las plazas más bellas de Berlín es la plaza de la
Gendarmería, limitada por la Opera, la catedral de Berlín y la catedral Francesa, (que ahora son museos).
Donde también hay acogedoras terracitas para descansar del pateo por la ciudad,
sobre todo por la noche que iluminan todos los edificios creando un ambiente único!
¿Dónde comer?
Cerca de aquí, En el antiguo Berlín oriental, hay un
restaurante del siglo XVI que frecuentaban Beethoven y Napoleón, entre otras personalidades, y que está ubicado a la
derecha de la Isla de los Museos y al sur de Alexanderplatz. Donde se encuentra
la famosa torre de TV, símbolo del poder
soviético (y a la que los occidentales
llaman “la revancha del Papa”)
¿Por qué? Pues, porque esta torre tiene una esfera de
cristal en lo alto, que hace las veces
de mirador…,otorgando una vista de toda la ciudad de Berlín, (recomiendo no
perdérsela), bueno, pues al reflejarse el sol en esta esfera de cristal se
dibuja claramente una cruz de luz en su centro, algo que no fue previsto por nadie,
y dado que el estado socialista practica el ateísmo, en broma, la gente
empezó a llamar a este fenómeno “la Revancha del Papa” …este
restaurante… ,del que hablábamos antes de este inciso, está en
la calle Waisenstrabe 14 el restaurante “Zur letzten Ins-tanz” donde se puede degustar sencilla pero típica
comida Berlinesa…,(he de destacar el
codillo que está exquisito) amenizada con cerveza o vinos alemanes. Pero también
es económico comer en puestecitos de la calle y probar por 2 € las frankfurts,
currywurst,(la salchicha alemana cocida o asada a la parrilla)kartoffelsalat,
y probar las Pretzels (Típicas galletitas saladas alemanas). En fin, en Berlín
se puede comer desde muy barato.
La zona de Nikolaiviertel cerca del ayuntamiento rojo…,por la
noche se convierte en un lugar idóneo para cenar y tomar una copa, cualquier
restaurante tiene música en directo y la plaza esta iluminada con redondos
farolillos de luz cálida creando un ambiente muy romántico. AL igual que la
plaza Hackescher, cerca de Alexander platz…,también idílica.
Por otro lado, mejor dicho al lado
opuesto de la zona de la que estamos hablando, cerca de la Iglesia del recuerdo
(la cual se ha conservado en estado de ruina como memorial, después de ser bombardeada en la Segunda Guerra Mundial,)
junto a la avenida de Kurfürstendamm (la avenida más comercial de Berlín,
donde están las tiendas de marca y
restaurantes franquicia tipo hard rock) está la SavignyPlatz, rodeada de
restaurantes italianos y donde hay un mercadillo artesanal permanente. Es una
zona con mucho movimiento. Y a la vuelta recomiendo cruzar por el zoo para llegar a la Columna de
la Victoria y tras subir 265 escalones
hasta su mirador, tendremos una vista maravillosa del Tiergarten (el pulmón de
Berlín) y la Avenida del 17 de Junio que nos lleva de nuevo a la Puerta de
Brandenburgo.
Quien, después de haberse empapado de la capital (incluida
Catedral y Sinagoga y el Palacio Neoclásico Bellevue, a orillas del rio) tenga
tiempo de alguna excursión, le recomiendo pasar el día en Posdam, al sur-oeste
de Berlín, es una ciudad que no tiene desperdicio y con mucho encanto. Calles adoquinadas, gente
amable acostumbrada al turismo, donde se encuentra el Palacio de Mármol que
Federico Guillermo II utilizó de residencia a orillas del lago Heiliger
See, con bellos jardines de más de 2km y medio de árboles y flores donde
también se encuentra el Palacio de
Sanssouci, un impresionante ejemplo del estilo rococó. En la cumbre de estos
jardines se encuentra el restaurante Am Pfingst-berg, cuyas vistas desde la
terraza son espectaculares y la comida típica y buena calidad-precio. Se
encuentra a pocos metros del Castillo Belvedere, cuya visita resulta muy
interesante. Hay tanto que ver en Posdam, que es recomendable reservarse un día
completo.
Algo curioso si viajáis
con vuestras hijas…
Si para ir al tramo en pie del muro de Berlín, tomáis el tren suburbano, una parada antes de
llegar al muro está “el mundo de Barbie”
una gran explanada ajardinada donde se ubica su gran casa- museo, (que es la
casa de Barbie a tamaño natural) contienen una exposición de todos los
modelos de muñeca Barbie que existen hasta el día de hoy, un salón-cafetería y
una tienda donde los precios son bastante asequibles, esta visita para aquellos
papis que viajen con niñas, es un auténtico regalo que les pueden ofrecer y ya
las tienen contentas para el resto del viaje.
Hay muchos museos de cera Madame Tussauds repartidos por el mundo y aquí
en Berlín se encuentra cerca de la Puerta de Brandenburgo y del Monumento al
Holocausto.
Potsdamer Platz, que fue
una de las plazas más bulliciosas de Berlín en el pasado, es hoy el
centro de la nueva Berlín unificada, donde también puedes pasar un agradable
rato de descanso mientras observas sus edificios de cristal que muestran el
lado más moderno de la ciudad.