VIENA.
La preciosa capital de Austria
y capital europea de la música clásica. Con sus blancas y sublimes
edificaciones, sus cuidados y elegantes jardines, las amplias y limpias plazas y avenidas, calles adoquinadas impecablemente
mantenidas. Lujosos salones…música en el aire…La Opera.
En
Viena confluyen el goulash húngaro, el café turco y la
hospitalidad europea. Uno de los grandes atractivos que ofrecen los
vieneses es su estilo de vida apacible y enormemente refinado. La leyenda de
los bosques de Viena o El Danubio azul, de Johann Strauss, es claro símbolo de
la alegría de los bailes que se celebran en los palacios vieneses. Sobre todo,
El Danubio Azul, que para los austríacos es como “Un himno nacional no oficial”
y es interpretado en todos y cada uno de los grandes bailes que se realizan
anualmente en las ciudades de Viena y Salzburgo, en donde las mujeres asisten
con rigurosos vestidos blancos y los hombres deben asistir con Smoking, Frac, o
uniforme militar de Gala.
La
música está en el aire, sobre todo en navidad cuando las plazas y los
mercadillos se visten de gala y de conciertos, pero también en verano existe un
brillante panorama musical. Teniendo en cuenta que en Viena vivieron figuras
tales como la familia Strauss, Mozart, Beethoven, Haydn, Schubert, Brahms…y
dado que los vieneses están bien orgullosos de ello, tenemos la oportunidad de
gozar de numerosas veladas musicales durante todo el
año.
Viena,
en sí misma, es un magnífico escenario. Pasear por sus calles es llenarte de
calma interior, descansar en las plazas te confiere relax y disfrute…Y cuando
hay concierto ¡es una pasada! Viena está compuesta casi por completo de
bellísimos palacios:
*El Belvedere: Es una palabra
italiana que significa “Bella vista”
La
estructura, en sí, del belvedere puede adoptar cualquier forma, puede ser una
torrecilla, una habitación con techo abovedado o una galería abierta.
En
este caso, es un palacio de estilo
barroco situado
en la calle Prinz-Eugen-Strasse 27 de Viena. Construido como residencia de verano del Príncipe
Eugenio de Saboya. En realidad dos palacios, El alto Belvedere y El Bajo Belvedere,
separados por un enorme jardín. Y contiene: El Museo de Arte Barroco y El Museo de Arte Medieval.
*Podemos
ver las pinturas del vienés Gustav Klimt (Uno de
mis artistas preferidos y uno de los representantes
del movimiento modernista) en La Galería de la Secesión
vienesa. Klimt pintó lienzos y murales con un
estilo personal muy ornamentado y encontró en el cuerpo de la mujer su fuente
de inspiración. La "etapa dorada" de Klimt vino determinada por un
progresivo acercamiento de la crítica y un gran éxito comercial. Muchas de sus
pinturas de este período incorporan pan de oro al lienzo… El Beso (que se encuentra expuesto en la galería austriaca
del palacio Belvedere) La dama de
oro como llamaban al retrato de Adele Bloch-Bauer I. Las
Vírgenes. El árbol de la vida. Friso de Beethoven.
*El Schönbrunn: Precioso
palacio cuyas habitaciones decoradas en estilo rococó y salones oficiales que llaman
la atención por su lujo, contrasta con la sencillez de las habitaciones que
pertenecieron a Francisco José y la emperatriz Isabel. Sobre sus jardines se alza una elegante columnata
dieciochesca de la Gloriette. Justo al lado del palacio, se encuentra
situado el interesante Museo de Carruajes Imperiales
y el Tiergarten,
el zoo más antiguo del mundo.
Tanto
El Palacio Schönbrunn, como el Hofburg son visitas prácticamente imprescindibles a
la hora de conocer Viena. Os recomiendo
que compréis la entrada combinada que incluye los dos.
El imponente Palacio Hofburg: Lugar
de residencia de los Habsburgo durante más de 600 años. En su interior, el Museo Sisi,
muestra una pequeña parte de la intensa vida de la excepcional emperatriz,
objetos, vestidos…La corona de los Habsburgo, que antaño unió España y Austria.
Mientras escuchas relatos sobre su insubordinación ante la vida en la corte, su
obsesión por la belleza y ese continuo estado de profunda melancolía que le
caracterizaba. En la Capilla Imperial (de estilo
gótico, fundada por Fernando III) cada domingo, actúan los Niños Cantores de
Viena.
El Palacio Pallavicini, es un edificio construido por el arquitecto
Johann Ferdinand (el mismo diseñador de la Gloriette en Schönbrunn). Situado en
el centro de Viena, es uno de los más elegantes palacios de la ciudad. Resultó indemne
tras las dos Guerras Mundiales y aunque no se puede visitar el interior, tiene
una puerta de entrada espectacular. Fue utilizado como telón de fondo en la
película “El tercer hombre”
*El casco antiguo, con la
calle más elegante y comercial, Innere Stadt.
El centro histórico está repleto de callejuelas,
te atrapa, y te conduce a la época donde
Mozart componía para La Corte. Tiene ciertas calles dignas de pasear, como Bäckerstraße (la calle de los panaderos, que contiene
tiendas, galerías de arte y antigüedades) o Hoher Markt (el Mercado Alto),
recuerdan a los tiempos lejanos de la Edad Media con sus construcciones estilo
gótico.
*En
la Stephansplatz, situada en pleno centro de la
ciudad, podréis visitar la Catedral de San Esteban, el monumento religioso más
importante de Viena. La impresionante iglesia de San Carlos Borromeo, en la que confluyen
varios estilos arquitectónicos: Columnas exteriores de inspiración romana
(El tema que se representa en la columna
izquierda es la constancia y en la de la
derecha el valor), fachada central de
estilo griego y decoración interior barroca. Después de la catedral, es la iglesia más admirada y visitada de Viena.
Desde
aquí, por la calle Kärntner Strasse llegareis a La Ópera de Viena,
es tan conocida que no se puede concebir una estancia a la ciudad sin
visitarla. Existen visitas guiadas, otra opción es comprar una entrada de las
más baratas (existen de tres y cuatro euros, de pie) y es otra manera de ver el
edificio por dentro, además de acudir a un concierto.
La
Ringstrasse es la avenida principal de la ciudad
y caminando por ella podemos contemplar los principales edificios de la ciudad,
como son el Ayuntamiento, el Parlamento, el teatro
Imperial o la Iglesia Votiva.
*El Reloj Ankeruhr es una de
las principales curiosidades de Viena, está situado en un pasadizo frente al mercado Hoher. Varios personajes históricos desfilan
por delante del reloj cuando éste da las horas, y a las 12 del mediodía
comparecen todos ellos, desde el emperador Marco Aurelio hasta Joseph Haydn,
pasando por condes, duques, reyes y emperadores.
*Cerca
de aquí, los Edificios Hundertwasser, obra de Friedensreich Hundertwasser, nos muestran un diseño
arquitectónico muy original, con fachadas pintadas de múltiples colores, incorporando
el paisaje de manera natural mediante el uso de formas irregulares en los
edificios; con suelos ondulantes, tejados con tierra y vegetación y grandes
árboles proliferando en las habitaciones cuyas ramas salen por las ventanas. Es
una construcción donde predomina la curva; no existen apenas aristas ni ángulos
rectos. Muy parecido a la obra de Gaudí, pero a menor escala, menos refinada.
*La sinagoga judía. El hecho
de que la fachada de la sinagoga no dé directamente a una vía pública salvó a
la sinagoga de su destrucción el 9 de noviembre 1938, la famosa “Noche de los cristales rotos” (nota al final de la
página) al no tener apariencia de edificio religioso, la
Stadttempel (Templo de la ciudad) fue la única sinagoga que se libró del
fuego y la aniquilación de los Nazis, pasando desapercibida. Todo lo demás fue
destruido: 93 casas de oración judía y el resto de sinagogas. El interior de esta Sinagoga es digno de ver.
Otras
cosas:
Visitar las casas donde vivieron Mozart (Domgasse 3) con su mujer y su hija en uno de los
periodos más felices de su vida, donde compuso: varios conciertos, quintetos,
tríos, sonatas y la ópera Las bodas de Fígaro (obra de la que procede el nombre
de la casa) y
Beethoven (pasqualatihaus, Mólkerbastei 8) varias temporadas entre 1804 y 1815, donde
compuso las Oberturas Leonora y la Tercera sinfonía, la Heroica. En el interior
de la casa se encuentran expuestos: un mechón de su cabello, uno de sus pianos,
y un facsímil de una parte de Fidelio, una partitura operística.
*La
plaza Graben, es una elegante y peatonal arteria
comercial famosa por sus cafés y en su centro se erige La Pestsäule (la columna
de la peste) monumento que conmemora que Viena se vio libre de la peste que la
asoló en 1679.
*En
la Torre del Danubio se puede tomar el ascensor expreso a la terraza de visión
- 150m de altura y disfrutar de las espectaculares vistas sobre la cosmopolita
ciudad de Viena.
*Una
excursión a Dürnstein permite contemplar las
ruinas de un castillo del s. XII en el que el duque Leopoldo V tuvo prisionero
a Ricardo Corazón de León.
*Un
poco de diversión, tanto de día como de noche, en el parque de atracciones más
antiguo del mundo: el Prater.
*El Autobús turístico llamado: Hop on Hop on Bus Viena. Con su guía multilingüe es la forma más cómoda de descubrir todos los
aspectos más destacados de Viena a tu ritmo.
Uno
de los mejores rastrillos es el Naschmarkt, que
se celebra casa sábado por la mañana.
La nata batida. Especial en Viena. Se puede probar en las cafeterías y
pastelerías de la capital donde, además, sirven los más variados y tentadores
dulces. Porque los vieneses son tan golosos que todo lo acompañan con nata.
Saborear un pedazo de la
mundialmente famosa tarta Sácher, en una de las
mejores cafeterías. La Hofzuckerbäcker Ch. Demel's
Söhne GmbH, en la calle Kohlmarkt 14.
Entrar y tomar una cerveza en
un Beisl, una especie de acogedora taberna, donde también sirven comida.
Probar un vino joven procedente de viñedos locales en una Heuriger.
El austriaco acompaña la
comida normalmente con un vaso de vino. El vino blanco se cultiva sobre todo en
Estiria y en Baja Austria, el vino tinto procede en su mayoría de Burgerland.
Los vinos austriaco son de alta calidad y no tiene nada que envidiarles a otros
países.
El plato nacional
es el escalope vienés (Wiener Schnitzel),
aunque dicen que no procede de la cocina vienesa sino de la milanesa. El Wiener
Schnitzel original se prepara con un filete de ternera, el cual se reboza, pero
en los restaurantes es más usual que lo sirvan de cerdo. El Wiener Schnitzel se
sirven con patatas hervidas con perejil “ Petersillekartoffel” o con ensalada
de patatas “Kartoffelsalat”.
*A los austriacos, en general, les gusta comer bien y
las comidas son abundantes y algo pesadas. Otro elemento muy presente en la
comida austriaca son los Knödel (albóndigas de hígado), el pollo frito, el
estofado de vaca…
Viena también tiene edificios modernos dignos de darles una
mirada:
El Millennium Tower
de Viena tiene 171 metros de altura (202
contando la antena). Se encuentra situado a orillas del Danubio y fue diseñado
por Gustav Peichl, Boris Podrecca y Rudolf Weber.
Haas-Haus. Creada por
Hans Hollein. Ocasiona un fuerte choque de dos épocas. Se compone de dos fachadas: una íntegramente
en cristal y la otra de estructura de casetones de corriente romana, mezclado todo
con un toque modernista.
·
Nota: La
"Noche de los cristales rotos"
En la noche del 9 de
noviembre de 1938 hubo un estallido de violencia contra los judíos en todo el
Reich. Parecía imprevisto, provocado por la furia de los alemanes por el
asesinato de un funcionario alemán en París en manos de un adolescente judío.
Pero en realidad, el ministro de propaganda alemán Joseph Goebbels y otros
nazis habían organizado cuidadosamente los pogroms. En dos días, más de 250
sinagogas fueron quemadas, más de 7.000 comercios de judíos fueron destrozados
y saqueados, docenas de judíos fueron asesinados, y cementerios, hospitales,
escuelas y hogares judíos fueron saqueados mientras la policía y las brigadas
de bomberos se mantenían al margen. Los pogroms se conocieron como
Kristallnacht, la "Noche de los cristales rotos", por los cristales
destrozados de los escaparates de las tiendas que llenaron las calles.
La mañana posterior a
los pogroms, 30.000 judíos alemanes fueron arrestados por el "delito"
de ser judíos y fueron enviados a campos de concentración, donde cientos de
ellos murieron. Algunas mujeres judías también fueron arrestadas y llevadas a
cárceles locales. Se prohibió que los negocios propiedad de judíos reabrieran a
menos que fueran administrados por no judíos. A los judíos se les impusieron
toques de queda, que limitaban las horas del día en que podían salir de sus
casas.
Después de la
"Noche de los cristales rotos", la vida fue todavía más difícil para
los niños y adolescentes judíos alemanes y austríacos. Los menores, que ya
tenían prohibido entrar a museos, parques públicos y piscinas de natación,
ahora eran expulsados de las escuelas públicas. Los jóvenes judíos, al igual
que sus padres, fueron totalmente segregados en Alemania. En la desesperación,
muchos adultos judíos se suicidaron. La mayoría de las familias trataba angustiosamente
de irse.