Villa
Fresneda. Teruel. Aragón.
¿La conoces?
Bueno, pues también la llaman “La Toscana Española”
La Fresneda es una villa pequeña y tranquila situada sobre las faldas de una cima, en la comarca de Matarraña. Sus calles y edificios le dan un carácter medieval, con porches con arcos de medio punto. El pueblo, declarado Conjunto Histórico Artístico, tiene menos de 500 amables habitantes y las vistas son una auténtica preciosidad. Tienes varias cosas interesantes que ver además de las enormes extensiones de tierras de olivos, almendros y vides que lo rodean que te dejan anonadada. La fresneda está flanqueada por la Reserva Nacional “Los Puertos de Beceite” donde abunda la cabra hispánica. Todo el Matarraña está recorrido por caminos para poder disfrutar de la naturaleza y descubrir la amplia variedad de paisajes, vegetación y fauna, tanto a pie, como en bici de montaña o a caballo.
La Plaza Mayor es uno de los conjuntos arquitectónicos más
armoniosos y bellos de todo Aragón, destaca el Ayuntamiento de estilo
gótico-renacentista, con amplia lonja y sus edificaciones de los siglos XVI a
XVIII. Esta plaza fue elegida por el cineasta Vicente Aranda para rodar algunas
escenas de su película “Libertarias” y también por Jesús Font en “La vida
aquí”. El Palacio de la Encomienda, llamado
así porque fue la vivienda habitual del comendador de la Orden de Calatrava, es
un edificio de estilo renacentista, de piedra de sillería de una tonalidad y
tres arcos de medio punto sobre columnas jónicas, en el interior tienen un
precioso patio.
La calle mayor con multitud de soportales es una joya, y bajo el Ayuntamiento y por solo tres euros tienes una visita guiada a las mazmorras… En lo más alto del pueblo se sitúa la Iglesia de Santa María la Mayor (s. XVII), el Castillo calatravo y las ruinas de la ermita de Santa Bárbara; Dónde también está ubicado el observatorio luni-solar, (desde donde se pueden presenciar maravillosos amaneceres). Con más tiempo, en otro espacio, hablaremos de algún otro pueblo de alrededor como Valderrobres, Calaceite o Ráfales, todos también Conjunto Histórico Artístico.
¡Y qué
decirte de la gastronomía! En Fresneda, como en toda la comarca El cabritillo al
horno, el solomillo de buey relleno de foei,
la crema de queso mascarpone con virutas de chocolate de postre…. Ufff!
Sólo de nombrarlo se me hace la boca agua.
Hay varios bares y restaurantes, por la plaza y las calles adyacentes,
pero, recomiendo visitar el restaurante La Matarraña, se llama igual que el
rio, sí, es un lugar muy acogedor y tiene un menú basado en productos
autóctonos; Maravilloso el estofado de ciervo o jabalí, la tosta de escalibada
con atún o el bacalao estilo Matarraña y claro, acompañándolo de un vino de la
tierra como por ejemplo un tinto Venta Dámbert. Porque yo creo que cuando hacemos una
escapada a un pueblo, aparte de ver su arquitectura y disfrutar de los paisajes
que nos ofrece, lo que más nos apetece es probar los platos típicos, degustar
su comida.
¿Dónde
alojarnos? En El Convento, se trata de un edificio histórico del s.
XVII, un convento de la orden de los Padres Mínimos, remodelado como hotel…
precioso, encantador y romántico, en lo que era la nave central del antiguo
convento, ahora se ubica un patio donde hay mesas y sillas de jardín y multitud
de plantas, rodeado de unas enormes cristaleras de suelo a techo.
En lo que eran las capillas, en la planta baja, están distribuidos
comedores privados. Arriba, salones decorados con telas inglesas, y ambientes
acogedores invitan a los huéspedes a relajarse, conectarse a internet o
calentarse en la chimenea leyendo uno de los innumerables y fantásticos libros
que hay repartidos por todas las estancias. La comida es casera y exquisita.
Pero también
está el camping la fresneda, donde disfrutar de un total relax.
Para los amantes de la naturaleza recomiendo un paseo por la
ribera del río Matarraña, disfrutando del entorno natural e inundando los
pulmones del aire fresco de la montaña, ese que te zarandea el espíritu
llenándote de momentánea felicidad.