24.9.14

Berlín



Berlín es una ciudad bastante grande y hay mucho que ver en ella, por lo que no creo que nadie se aburra ni un minuto, para mí no tiene desperdicio.

¿Cuáles son los mejores meses para viajar a Berlín?

Considero que la mejor época para viajar es primavera –verano, cuando la temperatura ronda los 23ºC. Más que nada porque yo soy friolera y los inviernos en Berlín son crudos jaja, puede llegar a congelarse el rio Spree.

¿Cómo recorrer Berlín, andando, metro…,que nos recomiendas?

Una vez en el aeropuerto,  os aconsejo  el metro. Si tenéis claro donde está ubicado vuestro hotel, en el punto de información del mismo aeropuerto (bien sea Tegel o Schönefeld) os pueden indicar que línea tomar, en caso contrario un taxi ronda los 22 euros y os deja en la puerta del hotel. El transporte en Berlín, en general, es súper eficiente (hablemos tanto de autobús y metro como de tren o tranvía). En la oficina de información y turismo de la ciudad se puede cotejar diferentes tarifas de billete o bono, según los días que vayas a estar.  También son muy recomendables los Freetours,

¿Y de qué trata, de que va eso?
Pues como su nombre indica son visitas guiadas totalmente gratuitas. (Aunque recomiendo que se contribuya a que se sigan realizando.) La labor de estos guías es impecable, son visitas a pie, normalmente, de unas dos horas cincuenta minutos de duración, que comienzan en la Pariser Platz ( junto a la puerta de Brandenburgo  y cerca de la enorme y original  plaza- monumento a las víctimas judías  del holocausto “que, a propósito,  es un lugar impactante por la calma que transmite en medio del barullo de la ciudad” (el monumento es como un laberinto de bloques de tamaños distintos como imitando las tumbas de un cementerio) y…,ésta ruta termina en la torre de televisión, cerca del Ayuntamiento Rojo, pasando por  el Muro de Berlín (llamado también  muro de la vergüenza) entre otros lugares de interés.


Otro tour interesante, ya que estamos,  y que recomiendo que realicéis con guía, (podéis visitar la pag- TourgratisporBerlin.) es el de la visita al antiguo campo de concentración en Oranienburg.( Esta visita se hace en autobús, pero se coge el autobús de línea pagándose el billete cada uno), y es un tour donde entre lo que veis y las explicaciones del guía os podéis crear una idea clara de los horrores que se sufrieron allí. En un día gris, en esa explanada donde una vez estuvieron hacinadas miles de personas, el silencio puede ser ensordecedor. Conmovedora visión de los barracones, la prisión, la cocina, la lavandería…,con objetos utilizados por los prisioneros. Al igual que de la zanja de las ejecuciones, la fosa común, el crematorio o la cámara de gas…,son estancias que te invitan a reflexionar sobre lo que allí ocurrió.

Por otro lado, aunque a los Berlineses yo los describiría como personas toscas en su trato, son entrañables, dinámicos y vanguardistas. Para mí los Berlineses tienen la virtud de aprender de sus fallos y la capacidad de no volverlos a cometer. Tienen esa actitud reflexiva de querer hacer las cosas bien. Y esto dentro de una ciudad en continua efervescencia de ideas y proyectos, hace que  Berlín rebosé arte y cultura por cada esquina. En Berlín el arte, después de la caída del muro, tomó la ciudad unificada, la cual que se convirtió en una demostración ilustrada del arte urbano,  exhibido  en las paredes de las casas, en las calles, en los barrios enteros, hasta en el resto del muro de Berlín (llamado East Side Gallery) cuya visita es irremediable.

¿Qué nos encontramos en Berlín?

En Berlín, que es una ciudad donde se mezcla lo clásico con lo moderno, y lo cotidiano con lo vanguardista, también se mezclan culturas, aproximadamente el 10% de la población son extranjeros que llegaron con un trabajo temporal y terminaron afincándose en la ciudad. En su mayoría turcos, polacos, rusos e italianos y en menor medida africanos y asiáticos. Yo creo que precisamente por esta mezcla notable y porque Berlín aprovecha cualquier espacio al aire libre para crear un ambiente único y sorprender, te recomiendo que sientas curiosidad por cada rincón, asómate  a cada patio de manzana de edificios públicos o privados y te encantarán las terracitas con las que te vas a encontrar, que tanto de día como de noche tienen un aire envolvente, especial, incluso algunas se convierten en museos temporales, lo cual es fascinante. Muy recomendable relajarte mirando las aguas del rio Spree a la puesta de sol, en las tumbonas que los barecitos ponen al margen del rio, desde donde se ve de fondo la cúpula y mirador de cristal del Parlamento mientras saboreas una Berliner (que es la cerveza típica Berlinesa). También  encuentras hamacas a la orilla del rio, en el restaurante El Yaam: donde puedes placenteramente degustar comida africana  escuchando música reaggae. Todo un deleite para el paladar y los oídos.

Una de las plazas más bellas de Berlín es la plaza de la Gendarmería, limitada por  la Opera, la catedral de Berlín  y la catedral Francesa, (que ahora son museos). Donde también hay acogedoras terracitas para descansar del pateo por la ciudad, sobre todo por la noche que iluminan todos los edificios creando un ambiente único!

¿Dónde comer?

Cerca de aquí, En el antiguo Berlín oriental, hay un restaurante del siglo XVI que frecuentaban  Beethoven y Napoleón, entre otras personalidades, y que está ubicado a la derecha de la Isla de los Museos y al sur de Alexanderplatz. Donde se encuentra la famosa torre  de TV, símbolo del poder soviético (y a la que los occidentales llaman “la revancha del Papa”)

¿Por qué?  Pues, porque esta torre tiene una esfera de cristal en lo alto, que hace las veces de mirador…,otorgando una vista de toda la ciudad de Berlín, (recomiendo no perdérsela), bueno, pues al reflejarse el sol en esta esfera de cristal se dibuja claramente una cruz de luz en su centro, algo que no fue previsto  por nadie,  y dado que el estado socialista practica el ateísmo, en broma, la gente empezó a llamar a este fenómeno “la Revancha del Papa”  este restaurante… ,del que hablábamos antes de este inciso,  está en  la calle Waisenstrabe 14 el restaurante “Zur letzten Ins-tanz” donde se puede degustar sencilla pero típica comida Berlinesa…,(he de destacar  el codillo que está exquisito) amenizada con cerveza o vinos alemanes. Pero también es económico comer en puestecitos de la calle y probar por 2 € las frankfurts, currywurst,(la salchicha alemana cocida o asada a la parrilla)kartoffelsalat, y probar las Pretzels (Típicas galletitas saladas alemanas). En fin, en Berlín se puede comer desde muy barato.

La zona de Nikolaiviertel cerca del ayuntamiento rojo…,por la noche se convierte en un lugar idóneo para cenar y tomar una copa, cualquier restaurante tiene música en directo y la plaza esta iluminada con redondos farolillos de luz cálida creando un ambiente muy romántico. AL igual que la plaza Hackescher, cerca de Alexander platz…,también idílica.

Por otro lado, mejor dicho al lado opuesto de la zona de la que estamos hablando, cerca de la Iglesia del recuerdo (la cual se ha conservado en estado de ruina como memorial, después de  ser bombardeada en la Segunda Guerra Mundial,) junto a la avenida de Kurfürstendamm (la avenida más comercial de Berlín, donde están las tiendas de marca y  restaurantes franquicia tipo hard rock) está la SavignyPlatz, rodeada de restaurantes italianos y donde hay un mercadillo artesanal permanente. Es una zona con mucho movimiento. Y a la vuelta recomiendo  cruzar por el zoo para llegar a la Columna de la Victoria y  tras subir 265 escalones hasta su mirador, tendremos una vista maravillosa del Tiergarten (el pulmón de Berlín) y la Avenida del 17 de Junio que nos lleva de nuevo a la Puerta de Brandenburgo.
Quien, después de haberse empapado de la capital (incluida Catedral y Sinagoga y el Palacio Neoclásico Bellevue, a orillas del rio) tenga tiempo de alguna excursión, le recomiendo pasar el día en Posdam, al sur-oeste de Berlín, es una ciudad que no tiene desperdicio y con  mucho encanto. Calles adoquinadas, gente amable acostumbrada al turismo, donde se encuentra el Palacio de Mármol  que  Federico Guillermo II utilizó de residencia a orillas del lago Heiliger See, con bellos jardines de más de 2km y medio de árboles y flores donde también se encuentra el  Palacio de Sanssouci, un impresionante ejemplo del estilo rococó. En la cumbre de estos jardines se encuentra el restaurante Am Pfingst-berg, cuyas vistas desde la terraza son espectaculares y la comida típica y buena calidad-precio. Se encuentra a pocos metros del Castillo Belvedere, cuya visita resulta muy interesante. Hay tanto que ver en Posdam, que es recomendable reservarse un día completo.


Algo curioso si viajáis con vuestras hijas…

Si para ir al tramo en pie del muro de Berlín,  tomáis el tren suburbano, una parada antes de llegar al muro está  “el mundo de Barbie” una gran explanada ajardinada donde se ubica su gran casa- museo, (que es la casa de Barbie a tamaño natural) contienen una exposición de todos los modelos de muñeca Barbie que existen hasta el día de hoy, un salón-cafetería y una tienda donde los precios son bastante asequibles, esta visita para aquellos papis que viajen con niñas, es un auténtico regalo que les pueden ofrecer y ya las tienen contentas para el resto del viaje.




Hay muchos museos de cera Madame Tussauds  repartidos por el mundo y aquí en Berlín se encuentra cerca de la Puerta de Brandenburgo y del Monumento al Holocausto.

Potsdamer Platz, que fue  una de las plazas más bulliciosas de Berlín en el pasado, es hoy el centro de la nueva Berlín unificada, donde también puedes pasar un agradable rato de descanso mientras observas sus edificios de cristal que muestran el lado más moderno de la ciudad.


Milán

¡Por fin una escapada a Milán! después de tantos años que lleva proponiéndome la experiencia mi querido amigo Claudio. Sí, es cierto, quiz...