22.6.15

Viena.


VIENA.

 

La preciosa capital de Austria y capital europea de la música clásica. Con sus blancas y sublimes edificaciones, sus cuidados y elegantes jardines, las amplias y limpias plazas y avenidas, calles adoquinadas impecablemente mantenidas. Lujosos salones…música en el aire…La Opera.
En Viena confluyen el goulash húngaro, el café turco y la hospitalidad europea. Uno de los grandes atractivos que ofrecen los vieneses es su estilo de vida apacible y enormemente refinado. La leyenda de los bosques de Viena o El Danubio azul, de Johann Strauss, es claro símbolo de la alegría de los bailes que se celebran en los palacios vieneses. Sobre todo, El Danubio Azul, que para los austríacos es como “Un himno nacional no oficial” y es interpretado en todos y cada uno de los grandes bailes que se realizan anualmente en las ciudades de Viena y Salzburgo, en donde las mujeres asisten con rigurosos vestidos blancos y los hombres deben asistir con Smoking, Frac, o uniforme militar de Gala.
La música está en el aire, sobre todo en navidad cuando las plazas y los mercadillos se visten de gala y de conciertos, pero también en verano existe un brillante panorama musical. Teniendo en cuenta que en Viena vivieron figuras tales como la familia Strauss, Mozart, Beethoven, Haydn, Schubert, Brahms…y dado que los vieneses están bien orgullosos de ello, tenemos la oportunidad de gozar de numerosas veladas musicales durante todo el año.
 
Viena, en sí misma, es un magnífico escenario. Pasear por sus calles es llenarte de calma interior, descansar en las plazas te confiere relax y disfrute…Y cuando hay concierto ¡es una pasada! Viena está compuesta casi por completo de bellísimos palacios:
 
 
 
 
 
*El Belvedere: Es una palabra italiana que significa “Bella vista”
La estructura, en sí, del belvedere puede adoptar cualquier forma, puede ser una torrecilla, una habitación con techo abovedado o una galería abierta.
En este caso, es un palacio de estilo barroco situado en la calle Prinz-Eugen-Strasse 27 de Viena. Construido como residencia de verano del Príncipe Eugenio de Saboya. En realidad dos palacios, El alto Belvedere y El Bajo Belvedere, separados por un enorme jardín. Y contiene: El Museo de Arte Barroco  y El Museo de Arte Medieval.
 
*Podemos ver las pinturas del vienés Gustav Klimt (Uno de mis artistas preferidos y uno de los  representantes del movimiento modernista) en La Galería de la Secesión vienesa.  Klimt pintó lienzos y murales con un estilo personal muy ornamentado y encontró en el cuerpo de la mujer su fuente de inspiración. La "etapa dorada" de Klimt vino determinada por un progresivo acercamiento de la crítica y un gran éxito comercial. Muchas de sus pinturas de este período incorporan pan de oro al lienzo… El Beso (que se encuentra expuesto en la galería austriaca del palacio Belvedere)  La dama de oro como llamaban al retrato de  Adele Bloch-Bauer I. Las Vírgenes. El árbol de la vida. Friso de Beethoven.
 
*El Schönbrunn: Precioso palacio cuyas habitaciones decoradas en estilo rococó y salones oficiales que llaman la atención por su lujo, contrasta con la sencillez de las habitaciones que pertenecieron a Francisco José y la emperatriz Isabel.  Sobre sus jardines se alza una elegante columnata dieciochesca de la Gloriette.  Justo al lado del palacio, se encuentra situado el interesante Museo de Carruajes Imperiales  y el Tiergarten, el zoo más antiguo del mundo.
 
Tanto El Palacio Schönbrunn, como el Hofburg son visitas prácticamente imprescindibles a la hora de conocer Viena. Os recomiendo que compréis la entrada combinada que incluye los dos.
 
El imponente Palacio Hofburg: Lugar de residencia de los Habsburgo durante más de 600 años. En su interior,  el Museo Sisi, muestra una pequeña parte de la intensa vida de la excepcional emperatriz, objetos, vestidos…La corona de los Habsburgo, que antaño unió España y Austria. Mientras escuchas relatos sobre su insubordinación ante la vida en la corte, su obsesión por la belleza y ese continuo estado de profunda melancolía que le caracterizaba. En la Capilla Imperial (de estilo gótico, fundada por Fernando III) cada domingo, actúan los Niños Cantores de Viena.
 
El Palacio Pallavicini, es  un edificio construido por el arquitecto Johann Ferdinand (el mismo diseñador de la Gloriette en Schönbrunn). Situado en el centro de Viena, es uno de los más elegantes palacios de la ciudad. Resultó indemne tras las dos Guerras Mundiales y aunque no se puede visitar el interior, tiene una puerta de entrada espectacular. Fue utilizado como telón de fondo en la película “El tercer hombre”
 
 
*El casco antiguo, con la calle más elegante y comercial, Innere Stadt. El centro histórico está repleto de callejuelas, te atrapa,  y te conduce a la época donde Mozart componía para La Corte. Tiene ciertas calles dignas de pasear, como Bäckerstraße (la calle de los panaderos, que contiene tiendas, galerías de arte y antigüedades) o Hoher Markt (el Mercado Alto), recuerdan a los tiempos lejanos de la Edad Media con sus construcciones estilo gótico.
 
*En la Stephansplatz, situada en pleno centro de la ciudad,  podréis visitar la Catedral de San Esteban, el monumento religioso más importante de Viena. La impresionante iglesia de San Carlos Borromeo, en la que confluyen varios estilos arquitectónicos: Columnas exteriores de inspiración romana (El tema que se representa en la columna izquierda es la constancia y en la de la derecha el valor), fachada central de estilo griego y decoración interior barroca. Después de la catedral, es la iglesia más admirada y visitada de Viena.
Desde aquí, por la calle Kärntner Strasse llegareis a La Ópera de Viena, es tan conocida que no se puede concebir una estancia a la ciudad sin visitarla. Existen visitas guiadas, otra opción es comprar una entrada de las más baratas (existen de tres y cuatro euros, de pie) y es otra manera de ver el edificio por dentro, además de acudir a un concierto.
 
La Ringstrasse es la avenida principal de la ciudad y caminando por ella podemos contemplar los principales edificios de la ciudad, como son el Ayuntamiento, el Parlamento, el teatro Imperial o la Iglesia Votiva.
 
*El Reloj Ankeruhr es una de las principales curiosidades de Viena, está situado en un pasadizo frente al mercado Hoher. Varios personajes históricos desfilan por delante del reloj cuando éste da las horas, y a las 12 del mediodía comparecen todos ellos, desde el emperador Marco Aurelio hasta Joseph Haydn, pasando por condes, duques, reyes y emperadores.
 
*Cerca de aquí, los Edificios Hundertwasser, obra de Friedensreich Hundertwasser, nos muestran un diseño arquitectónico muy original, con fachadas pintadas de múltiples colores, incorporando el paisaje de manera natural mediante el uso de formas irregulares en los edificios; con suelos ondulantes, tejados con tierra y vegetación y grandes árboles proliferando en las habitaciones cuyas ramas salen por las ventanas. Es una construcción donde predomina la curva; no existen apenas aristas ni ángulos rectos. Muy parecido a la obra de Gaudí, pero a menor escala, menos refinada.
 
*La sinagoga judía. El hecho de que la fachada de la sinagoga no dé directamente a una vía pública salvó a la sinagoga de su destrucción el 9 de noviembre 1938, la famosa “Noche de los cristales rotos” (nota al final de la página) al no tener apariencia de edificio religioso, la Stadttempel (Templo de la ciudad) fue la única sinagoga que se libró del fuego y la aniquilación de los Nazis, pasando desapercibida. Todo lo demás fue destruido: 93 casas de oración judía y el resto de sinagogas. El interior de esta Sinagoga es digno de ver.
 
Otras cosas:
 
Visitar las casas donde vivieron Mozart (Domgasse 3) con su mujer y su hija en uno de los periodos más felices de su vida, donde compuso: varios conciertos, quintetos, tríos, sonatas y la ópera Las bodas de Fígaro (obra de la que procede el nombre de la casa)  y Beethoven (pasqualatihaus, Mólkerbastei 8)  varias temporadas entre 1804 y 1815, donde compuso las Oberturas Leonora y la Tercera sinfonía, la Heroica. En el interior de la casa se encuentran expuestos: un mechón de su cabello, uno de sus pianos, y un facsímil de una parte de Fidelio, una partitura operística.
 
*La plaza Graben, es una elegante y peatonal arteria comercial famosa por sus cafés y en su centro se erige La Pestsäule (la columna de la peste) monumento que conmemora que Viena se vio libre de la peste que la asoló en 1679.
 
*En la Torre del Danubio se puede tomar el ascensor expreso a la terraza de visión - 150m de altura y disfrutar de las espectaculares vistas sobre la cosmopolita ciudad de Viena.
 
*Una excursión a Dürnstein permite contemplar las ruinas de un castillo del s. XII en el que el duque Leopoldo V tuvo prisionero a Ricardo Corazón de León.
 
*Un poco de diversión, tanto de día como de noche, en el parque de atracciones más antiguo del mundo: el Prater.
 
*El Autobús turístico llamado: Hop on Hop on Bus Viena. Con su guía multilingüe  es la forma más cómoda de descubrir todos los aspectos más destacados de Viena a tu ritmo.
 El Concierto de Año Nuevo interpretado por la Orquesta Filarmónica de Viena, se retrasmite a más de 70 países del mundo. Las entradas están de lo más solicitadas, así que, a principios de enero, el interesado puede inscribirse en el sorteo de éstas y probar suerte.
 
 
Uno de los mejores rastrillos es el Naschmarkt, que se celebra casa sábado por la mañana.
 
 Que probar:
 
La nata batida. Especial en Viena. Se puede probar en las cafeterías y pastelerías de la capital donde, además, sirven los más variados y tentadores dulces. Porque los vieneses son tan golosos que todo lo acompañan con nata.
 
Saborear un pedazo de la mundialmente famosa tarta Sácher, en una de las mejores cafeterías. La Hofzuckerbäcker Ch. Demel's Söhne GmbH, en la calle Kohlmarkt 14.
 
Entrar y tomar  una cerveza en un Beisl, una especie de acogedora taberna, donde también sirven comida.
 
Probar un vino joven procedente de viñedos locales en una Heuriger.
El austriaco acompaña la comida normalmente con un vaso de vino. El vino blanco se cultiva sobre todo en Estiria y en Baja Austria, el vino tinto procede en su mayoría de Burgerland. Los vinos austriaco son de alta calidad y no tiene nada que envidiarles a otros países.
 
El plato nacional es el escalope vienés (Wiener Schnitzel), aunque dicen que no procede de la cocina vienesa sino de la milanesa. El Wiener Schnitzel original se prepara con un filete de ternera, el cual se reboza, pero en los restaurantes es más usual que lo sirvan de cerdo. El Wiener Schnitzel se sirven con patatas hervidas con perejil “ Petersillekartoffel” o con ensalada de patatas “Kartoffelsalat”.
 
*A los austriacos, en general, les gusta comer bien y las comidas son abundantes y algo pesadas. Otro elemento muy presente en la comida austriaca son los Knödel (albóndigas de hígado), el pollo frito, el estofado de vaca…
 
 
Viena también tiene edificios modernos dignos de darles una mirada:
 
El Millennium Tower de Viena tiene 171 metros de altura (202 contando la antena). Se encuentra situado a orillas del Danubio y fue diseñado por Gustav Peichl, Boris Podrecca y Rudolf Weber.
 
Haas-Haus. Creada por Hans Hollein. Ocasiona un fuerte choque de dos épocas.  Se compone de dos fachadas: una íntegramente en cristal y la otra de estructura de casetones de corriente romana, mezclado todo con un toque modernista.
 
 
·        Nota: La "Noche de los cristales rotos"
En la noche del 9 de noviembre de 1938 hubo un estallido de violencia contra los judíos en todo el Reich. Parecía imprevisto, provocado por la furia de los alemanes por el asesinato de un funcionario alemán en París en manos de un adolescente judío. Pero en realidad, el ministro de propaganda alemán Joseph Goebbels y otros nazis habían organizado cuidadosamente los pogroms. En dos días, más de 250 sinagogas fueron quemadas, más de 7.000 comercios de judíos fueron destrozados y saqueados, docenas de judíos fueron asesinados, y cementerios, hospitales, escuelas y hogares judíos fueron saqueados mientras la policía y las brigadas de bomberos se mantenían al margen. Los pogroms se conocieron como Kristallnacht, la "Noche de los cristales rotos", por los cristales destrozados de los escaparates de las tiendas que llenaron las calles.
La mañana posterior a los pogroms, 30.000 judíos alemanes fueron arrestados por el "delito" de ser judíos y fueron enviados a campos de concentración, donde cientos de ellos murieron. Algunas mujeres judías también fueron arrestadas y llevadas a cárceles locales. Se prohibió que los negocios propiedad de judíos reabrieran a menos que fueran administrados por no judíos. A los judíos se les impusieron toques de queda, que limitaban las horas del día en que podían salir de sus casas.
Después de la "Noche de los cristales rotos", la vida fue todavía más difícil para los niños y adolescentes judíos alemanes y austríacos. Los menores, que ya tenían prohibido entrar a museos, parques públicos y piscinas de natación, ahora eran expulsados de las escuelas públicas. Los jóvenes judíos, al igual que sus padres, fueron totalmente segregados en Alemania. En la desesperación, muchos adultos judíos se suicidaron. La mayoría de las familias trataba angustiosamente de irse.
 
 

 
 




 

 

 



 

 

 

 

 

 

 

 

 

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