28.5.15

Budapest.


Budapest:

 

Budapest es la capital de Hungría y su ciudad más poblada. Budapest es la ciudad de las sorpresas y las maravillas, llena de secretos por descubrir donde aburrirse no es una opción. Es una ciudad con muchísima historia a sus espaldas.

Las familiares y estrechas calles de esta ciudad,  denominada “el París del Este”, son perfectas para pasear. 

Budapest, apodada también “la perla del Danubio”, por el rio que la atraviesa. (El río Danubio es el segundo más grande de Europa, después del Volga. Atraviesa ni más ni menos que diez países: Alemania, Austria, Eslovaquia, Hungría, Croacia, Serbia, Rumanía, Bulgaria, Moldavia y Ucrania. Por si fuera poco, su cuenca se extiende también por Italia, Polonia, Suiza, la República Checa, Eslovenia, Bosnia y Herzegovina, Montenegro, la República de Macedonia y Albania) En su margen izquierdo está la ciudad histórica de Buda, en la ribera occidental, sobre una estrecha meseta de tierra caliza que forma la colina del Castillo, al sur se encuentra el monte Gellért y al norte Óbuda, la antigua ciudad de Buda. En su margen derecho, al este, Pest, de origen más reciente, que se extiende hacia la llanura panónica húngara. Ambas partes han logrado conservar características propias y diferentes…


*Buda, pertenecía a la Corte de Hungría, por lo que se convirtió en el centro administrativo del imperio. Era zona de nobles, artesanos  e industria. Buda parece hoy anclada en el pasado, mientras que Pest que siempre fue, sobre todo, una ciudad de comerciantes, es un animado centro financiero y comercial con modernos edificios y hoteles. Pero lo cierto es que pasear por las calles empedradas de Buda es una relajante y recomendable experiencia, una sencilla manera de olvidarse del mundanal bullicio por un rato.

Para subir la colina del Castillo, es una buena idea coger el  (funicular) Sikló de Clark Adám Tér, ubicado en el extremo oeste del Puente de Cadena, en la parte de Buda cuyo paseo os proporcionará unas vistas espectaculares durante el recorrido. Edificios de diferentes colores pastel con fachadas decoradas con blasones y otros elementos románticos, góticos o barrocos, calles adoquinadas y, bajo ellas, cuevas, sótanos, pasadizos, celdas y manantiales que se extienden a lo largo de más de 1.200 metros, el Laberinto del Castillo de Buda, ahora convertido en atracción turística, ha tenido muchos usos a lo largo de su historia, por ejemplo hospital utilizado en las diferentes guerras (Recomiendo que llevéis alguna chaqueta, ahí abajo hace frio!) Una vez arriba, imprescindible visitar el imponente Palacio Real (que data del s. XIII y fue reconstruido después de la II Guerra Mundial), sus tres museos, los restos de la residencia de los reyes de Hungría, las tumbas turcas situadas bajo un algarrobo (herencia de ciento cuarenta y cinco años de ocupación otomana en Buda) La fuente de Matías, Se encuentra en uno de los patios del Castillo de Buda. Esta fuente representa una alegoría de la caza, concretamente el momento en que el rey Matías Corvino (el más justo de los reyes húngaros), después de un día de caza, se enamora de Ilonka (Elena) y ella de él, sin saber que era el rey…Vamos, vino a ser, lo que llamamos un flechazo. Se hicieron amantes y tuvo un hijo con ella, al que reconoció como legítimo, ya que nunca tuvo hijos con su esposa. Existe el bulo de que si tiras una moneda (siempre que haya agua en la fuente, a veces está seca, como ocurrió en mi caso) encuentras el amor verdadero…

Llegamos al antiguo mercado medieval, llamado ahora, Plaza del Desfile, con el monumento Honvéd (que conmemora la toma del castillo por los húngaros durante la revolución de 1848) La Calle del Tesoro, El Museo de la Farmacia (donde podemos visitar una botica del s. XVII y un laboratorio de alquimia. La Iglesia de Matías y,
por supuesto, El Bastión de los Pescadores, un edificio neorrománico con siete torres que simbolizan las siete tribus magiares (húngaras) que conquistaron el país. Su nombre viene de la Edad Media cuando la cofradía de pescadores era la encargada de  defender esta parte de la muralla del castillo. Ahora es un mirador desde donde puedes observar todo Pest.




*En esta zona del castillo, se realiza todos los años, en agosto, el Festival de Arte y Artesanía donde se muestran y se venden piezas de todo tipo, puedes probar comida húngara y flota en el aire música folklórica  adornada con bailes populares…En fin, espectacular! Se te contagia la alegría de los lugareños irremediablemente.


*Los habitantes de Budapest, aunque había escuchado, más de una vez, que eran algo pesimistas y quejicosos, a mí me pareció justo lo contrario, me sorprendieron con su amor a la vida y su humor positivo. Su carácter alegre y divertido pero, a la vez, con altas dosis de espiritualidad, dedican mucho tiempo a la autoeducación. Me llamó la atención su particular atención por guardan las tradiciones multiseculares de sus antepasados. Muchos llaman a Budapest la ciudad de bailes y música, y es cierto que durante el año, en la ciudad, tiene lugar gran cantidad de fiestas y festivales nacionales. Es por lo que yo creo que no pierden el dinamismo que les caracteriza y, hoy por hoy, aunque parezca paradójico, su viveza y alegría está más acentuada que nunca, adaptándose a marchas forzadas a la nueva situación consumista que es esperanzadora. El elemento folclórico, como las danza húngaras, las orquestas zíngaras y el gulasch, es lo primero que vemos los turistas. Los lugareños también gozan de un  habitual modo de vida sano, prima el deporte, los baños, los masajes… Yo creo que precisamente por esto, los habitantes locales son muy amables, saludan en todas partes y a todo el mundo, incluso a los desconocidos en el transporte público, al cruzarse con los ciudadanos o los turistas en la entrada de las tienda o en las cafeterías…,por la calle al vecindario…ja, ja, es cierto!

Seguimos en Buda…

Tuve la suerte de alojarme en el Hotel Hilton, aquí en la parte de Buda, un edificio moderno que contrasta con los restos de la iglesia y la abadía dominicanas con las que se funde, textualmente, pues las paredes de los pasillos del hotel que dan a la abadía, son las paredes de piedra de la propia abadía y por los ventanales, asomas la vista a su patio interior, arrinconado por el hotel, donde en verano organizan conciertos al aire libre. Lo cierto es que es algo muy original.

*Los famosos Baños Gellert, en el Hotel Gellert, al sur de la parte de Buda, cuyo exterior es un buen ejemplo del estilo Secesión húngaro mientras que el interior, construido en lo que era el antiguo invernadero del hotel, es de estilo Art Decó, con vidrieras, balcones, columnas rosas y cerámicas. *Mi paso por allí fue un poco inusual, pues no dejan visitar las piscinas y jacuzzis vestido, solo en bañador y yo no llevaba…, no sé cómo lo hice (creo que me colé aprovechando un despiste del recepcionista) pero me recorrí todo el interior totalmente vestida mientras miradas confundidas me observaban…, flotaba en el aire un sentimiento de bienestar único, alguna que otra persona se dejaba masajear por un coloso magiar de impresionantes bigotes y recias manos untadas en aceite (yo no me habría dejado, porque me rompe seguro) otros echaban una partidita de ajedrez flotante…,en fin, me encantó el lugar ¡la próxima vez no se me olvida el traje de baño!


Pest.

Dejamos el balneario y cruzamos el Puente de la Libertad, que nos lleva al Mercado Central. El mercado central (Nagycsarnok) es una de las visitas imprescindibles. Manjares como: paprika (el pimentón más típico de la cocina de todo el país), salami húngaro o foie, podemos encontrarlos allí.  Pero también, podemos ir solamente para dar una vuelta y ver el ambiente y el magnífico edificio de hierro forjado y cristal o para comprar recuerdos típicos.  Pero también, hay que visitar los mercados de la plaza Lehel y de la calle Fény para probar comida húngara  como por ejemplo el lángos (una especie de pizza hecha con pasta de patata y otros ingredientes)¡riquísima!

En Pest, la reciente edificación ha hecho desaparecer  gran parte de la antigua y elegante ciudad neoclásica. Pero aun así, es una parte preciosa y muy dinámica. Ya de lejos, se divisan las dos torres poligonales que flanquean la entrada a la Gran Sinagoga, situada entre la calle Dohany y wesseleny, la segunda más grande del mundo. Este edificio de aire moruno acoge el Museo Nacional Judío y el Monumento del Sauce Llorón (en recuerdo de las víctimas del Holocausto) foto1

Seguimos, siempre hacia el norte, y llegamos a la Plaza de la Libertad, en cuyo centro se yergue un obelisco que es el único monumento soviético que permanece en su emplazamiento original. A continuación llegaremos al

*Parlamento, un edificio grandioso, a orillas del Danubio, representativo del eclecticismo del siglo XIX, inspirado en parte en el Parlamento de Londres. Constituye una de las obras arquitectónicas más notables de Budapest. Sus grandes protagonistas son Las Joyas de La Corona.

De camino a la Plaza de los Héroes(foto2), recomiendo ir por la Avd. Andrássy, porque es uno de los paseos más bellos del mundo, declarado Patrimonio de la Humanidad. Palacio de la Ópera Nacional Húngara (construido al estilo renacentista italiano) *La fachada y la decoración interior del edificio de la Ópera, no nos la podemos perder. El Teatro de la Opereta, Museo Ferenc Liszt, Casa del Terror, (sede de la temida policía secreta)…

*La ciudad está llena de cafés interesantes, muchos de ellos históricos, pero en esta calle hay lugares perfectos para hacer una parada y descansar de la caminata.

Alexandra Book Café, una librería magnífica en la avenida que en la parte superior tiene un café lleno de dorados, marquetería y frescos restaurados, en el que a veces se dan conciertos.

El Café Mozart, cuyo ambiente nos transporta al pasado, donde poder tomar una taza de “sopa negra” (el café que los húngaros aprendieron a hacer de los Turcos)

O probar la deliciosa repostería, como el postre nacional, las palacsintas (crepes rellenas) o rétes, que llegaron de manos de los otomános, (milhojas relleno de manzana, amapola o queso blanco) el somlói galusca (pastel esponja)

También está la calle Váci Utca, ineludible calle peatonal para los turistas aficionados a las compras y lleva a la Plaza Vörösmarty tér, plaza amenizada por músicos y pintores a toda hora donde se encuentra el Café Gerbeaud, es el más apreciado de la ciudad, cuyos pasteles son un deleite para el paladar.

Llegamos a…

La Plaza de los Héroes (donde tendremos el privilegio de visitar los fantasmas del comunismo) tiene en su centro el Monumento del Milenario, rematado por el arcángel San Gabriel elevándose al cielo. Cerca está el zoológico, el Jardín Botánico y el Parque de Atracciones. Pero también tenemos cerca el famoso restaurante Gundel, situado en el Bosque Urbano, (este restaurante es toda una institución) donde el lamento de un violín cíngaro, aliña nuestra comida con una gota de melancolía y sin darnos cuenta Budapest práctica sus embrujos en el aire que respiramos, y quedamos prendados para siempre del romanticismo que flota sobre la ciudad.

Platos típicos:

Los pogácsa (bocaditos salados)

El inevitable Pörkölt (gulasch)

El csülöck (codillo de cerdo)

El Paprikás csirke (pollo al pimentón)

También, el pescado de río es una especialidas de la cocina húngara: el lucioperca.

Vinos:

Tokaj Aszú (como dijo Luis XIV:” el vino de los reyes y el rey de los vinos”)

Balatron.

Productos típicos:

Los bordados de Transilvania.

La porcelana de Herend

Los juegos de ajedrez (que reflejan la pasión nacional por este deporte)

El aguardiente de albaricoque

El salchichón, salami o foie-gras.

Curiosidades:

*Algo divertido y original es descender el río en barco, con espectáculo de luz y sonido incluido.

*La isla Margarita, el corazón del Danubio, a la que se llega por el Puente Margarita. Es ideal para hacer una excursión romántica, pasar un rato en el balneario Palatinus, visitar las ruinas del convento dominico, o dar un paseo por el jardín japonés y, si es verano, deleitarse con una de las óperas que se representan en el teatro al aire libre.




*Hoteles terapéuticos y de wellness ofrecen sus servicios de alto nivel para regenerar el cuerpo y el espíritu cansados, para disfrutar y desconectar, ya era bien conocido en la época de los celtas, y los romanos El tesoro del agua termal de la parte de Buda

* También tienen renombre los Baños Széchenyi, los mayores de Europa(al final de la Avenida Andrasy).

* Otra de las cositas por las que destaca la capital de Hungría es por su fantástica porcelana, la cual la podremos encontrar en las tiendas de las tres principales manufacturas de la ciudad: Zsolnay, Herend y Hollohaza.

*La noche húngara es muy marchosa. Ahora están en auge los llamados “bares-ruina” o “ruin-bar” en el barrio de Erzsébetváros y en el Barrio judío, es algo diferente porque son edificios medio en ruinas  reinventados en locales de música.

*La Basílica de san Esteban  es la iglesia más grande de Budapest, con torres neoclásicas flanqueando el pórtico. Desde lo alto de su cúpula podemos disfrutar de una bellísima vista panorámica de Pest.

 *El clima de Hungría: veranos cálidos, inviernos crudos.

*Fiestas:

Febrero: Carnaval de Budapest.

Marzo: Festival de Primavera.

Agosto: Festival de verano de ópera y ballet.  Fiesta de Artes y Oficios. Feria de artes populares.

Septiembre: Festival de vinos.

Octubre: Semana de las Artes de Budapest.

22.5.15

PRAGA.


Praga:

Praga, la capital de la República Checa y capital de la Región de Bohemia, es una ciudad que parece sacada de un cuento de hadas. Callejones góticos, arcos e iglesias, puentes y estatuas, edificios barrocos y renacentistas, bares, clubs y restaurantes para disfrutar en cualquier época del año y a cualquier hora. Con plazas tan románticas como la de Malta, con sus arcadas bajas y sombreadas, donde casi esperas ver pasar una silueta, con capa ondeando al viento, de algún noble.  Praga, solo nombrarla, con su a lenta, larga y majestuosa, invita a soñar…

El puente de Carlos, el castillo o la catedral de San Vito son visitas imprescindibles, pero también, la plaza de la Ciudad Vieja, el Ayuntamiento en cuya fachada se encuentra el Reloj Astronómico, el reloj medieval más famoso del mundo, el Clementinum (Klementinum) un maravilloso complejo de edificios del siglo XI, que cubre dos hectáreas de la ciudad vieja donde está situada la Iglesia de San Clemente, de donde deriva el nombre del complejo. Primero fue un monasterio de los Dominicos y  después fue ocupado por los Jesuitas hasta que el emperador reformista José II decretó en 1773 la abolición de los monasterios y la expulsión de las órdenes religiosas, entre ellos los Jesuitas, y cuenta la leyenda que estos religiosos antes de abandonar la ciudad escondieron un tesoro entre las paredes de aquellos edificios.
El tesoro del Clementinum nunca fue encontrado... Bien sea porque nunca existió o porque permanece bien oculto en alguno de los muros del enorme complejo. Será cuestión de ir a probar suerte…con pico y pala al hombro…jaja.

El castillo en lo alto de la colina, es uno de los palacios más grandes del mundo y, lo cierto es que, impresiona. Es para los checos el símbolo político y espiritual del país. Al lado, La catedral de San Vito, donde fueron coronados, y algunos sepultados, los Reyes de Bohemia. El Palacio Real, residencia de los Reyes de Bohemia (Ahora Parlamento). También se encuentra, entre estas edificaciones, uno de los museos más bonitos de Praga, para mi gusto, El convento de San Jorge, solo por su arquitectura es digno de visitar pero además expone las colecciones de arte checo antiguo de la Galería Nacional. Una de las callejuelas que rodea el castillo, está bordeada de minúsculas casas de colores que parecen estar construidas para duendes invisibles, se llama “La callejuela de Oro” porque, dice la leyenda, que el emperador Rodolfo II, apasionado de las ciencias ocultas, instaló en ellas los laboratorios de sus alquimistas en el siglo XVI, empeñado en la búsqueda de la piedra filosofal, con la que se era capaz de lograr la habilidad para transmutar el plomo en oro o encontrar el elixir de la vida eterna…En realidad en estas casas se instalaron los orfebres y posteriormente, los intelectuales como por ejemplo Kafka que vivió en el número 22. Hoy por hoy alojan librerías y tiendas de souvenirs, y es uno de los sitios más visitados de Praga.

¿Qué comprar? Juguetes de madera, marionetas que representan personajes legendarios…Cristal de Bohemia, grabado o tallado a mano (recomiendo adquirirlo en tiendas especializadas para evitar imitaciones).

*El Praguense es en general de carácter tranquilo, cerrado, de los que no conoce impulsos febriles, como escondiendo un secreto, como la propia ciudad. Su carácter, en parte, es una forma de protegerse de la gran afluencia de visitantes. Ten en cuenta que Praga, en la época de primavera- verano, es una de las ciudades europeas más visitada. La calidez interior de los praguenses solo se exterioriza cuando las sonrisas han generado confianza. Pero hay una costumbre que juega a nuestro favor, y es que en bares y restaurantes se suele compartir mesa por lo que es fácil entablar conversación. Los checos en general son muy respetuosos y educados. Al echar un párrafo con un praguense descubres que, además de la cerveza y el vino, los praguenses consumen muchísima cultura, teatro, conciertos, espectáculos. Lógicamente, los jóvenes checos se abren al mundo y son mucho más sociables que sus mayores a los que les costó adaptarse al nuevo orden capitalista. Aun así,  la creatividad de los praguenses se palpa en el aire, para sentirla vibrar hay que visitar los bares de Praga, porque todavía hay, como a principios de siglo, cafés literarios o cafés galería.
Praga. La ciudad de las cien torres, la ciudad de oro, la ciudad eterna… Patrimonio de la Humanidad, romántica, laberíntica, medieval…Como ya he dicho, de cuento. Praga es una hondonada rodeada de montañas, con numerosos jardines y parques que dan a las callejuelas un ambiente campestre. Praga es, quizá, la más bella y completa de las ciudades barrocas, pese a que cada época ha dejado tesoros arquitectónicos en la ciudad y el gótico, el barroco y el modernismo se mezclan en una armoniosa composición. Praga es una ciudad para disfrutar de día y de noche cuando magníficas luces y sombras confieren a la ciudad un entorno único, lleno de vida y arte. Recorrer sus calles y disfrutar del típico ambiente checo en alguna de sus famosas cervecerías o aprovechar y tomar un café o un chocolate caliente en el Café Louvre, donde antaño se lo sirvieron, por ejemplo, a Franz Kafka o a Albert Einstein, puede resultar una experiencia para el recuerdo… Porque no  olvidemos que Praga fue encrucijada de tres grandes pueblos: de checos, alemanes y judíos, lo que dio lugar a principios del siglo XX a una formidable revuelta cultural con una gran cantera de artistas en la que cabe destacar a Kafka y su técnica literaria, con su inquietud espiritual penetrante y un estilo profundamente innovador, a la vez lírico, dramático y melodioso. (El término 'kafkiano' se aplica a situaciones sociales angustiosas o grotescas.)
*En Praga hay múltiples museos que escudriñar: El Museo de W. A. Mozart(que contiene el piano y el clave que tocó el artista) el Museo Nacional, el Museo Judío, el museo de Cera, o la Villa Müller, para los amantes de la arquitectura (cuya construcción finalizó en el mismo año que Villa Savoye de Le Corbusier (máximo exponente de la arquitectura moderna del siglo XX) en Paris o la Mansión Tugendhat de Mies van der Rohe en Brünn, Villa Müller fue encargada a Adolf Loos por el empresario Dr. Müller František. Es, sin duda, un ejemplo perfecto de  revolución en la arquitectura. En ella se aprecia cómo rompe con la clásica ordenación vertical de los pisos y crea habitaciones a varias alturas y espacios únicos, unidos por escaleras o elevador y ordenados alrededor de un eje imaginario.

*Pero bueno, si hablamos de edificaciones, la que me encantó es la denominada Ginger and Fred. Situado en la plaza Jiráskovo, es uno de los últimos edificios vanguardistas de Praga. Su forma evoca a dos bailarines entrelazados. En lo alto del edificio está el restaurante “La Perle de Prague” un restaurante francés muy chic.

 Súper recomendable, dar un paseo por el jardín barroco Vrtba, uno de los oasis más bonitos de Praga. Se trata de un pequeño jardín churrigueresco ubicado en el centro de Malá Strana, pero es que Malá Strana es un barrio pequeño de tejados rojo oscuro, cuyas callejuelas empinadas y de pavimentos desjuntados, tienen un montón de recovecos, plazas intimistas, palacios y jardines secretos que invita al vagabundeo apacible… y por supuesto La iglesia de San Nicolás, obra maestra del barroco praguense. Un lujo arquitectónico para nuestros ojos, por dentro y por fuera, cuyo órgano barroco que hay en el interior lo tocó Mozart. Una curiosidad.

La ciudad de Praga está dividida en dos por el río Molvada, si miras a un lado se encuentra la Ciudad Nueva y la Ciudad Vieja, y si volteas tu mirada al otro lado del rio, está presidida en su cumbre por el gran Castillo Real, al que se accede a través del majestuoso Puente de Carlos, siempre poblado de músicos y artistas.

La Ciudad nueva es el pulmón de Praga. Un barrio de negocios, con excelentes casas de estilo Secesión (versión local del Art Nouveau)como la Casa Municipal de Praga ( Que se encuentra en el punto entre la parte vieja de la ciudad y la parte nueva, y fue el escenario de la histórica proclamación de la Independencia de Checoslovaquia) Aunque la planificación urbanística es de la Edad Media (calles cuadriculadas) en sus avenidas se mezclan construcciones funcionalistas de cristal con edificios Neorrenacentistas o la famosa fachada Secesión del Hotel Evropa que es una joya.

Un sitio simbólico es la plaza de Venceslao (Antiguo mercado de caballos medieval) situada entre dos grandes arterias Na Prikope y Narodni,  paseo de alemanes y de checos, respectivamente, en el siglo pasado. Venceslao fue un duque piadoso y cultivado que favoreció la evangelización de Bohemia. Hoy en día el nombre de Václav (Venceslao) sigue siendo uno de los más corrientes. En esta plaza hubo grandes manifestaciones a favor de la independencia. Se protestó por el aplastamiento de la Primavera de Praga (La Primavera de Praga fue un período de liberalización política en Checoslovaquia, durante la Guerra Fría) Se manifestaron durante la Revolución de Terciopelo exigiendo la marcha de los comunistas…etc.

Y lo que nos interesa hoy por hoy de esta plaza, es que a su alrededor las calles forman un laberinto de pasajes comerciales que solo conocen bien los praguenses (te pierdes) donde destaco el Palacio Koruna, convertido en centro comercial, con su maravillosa cúpula de cristal. La avenida peatonal llamada “paseo de los alemanes” va desde la plaza Venceslao a la Casa Municipal y es una de las más animadas de Praga donde están las marcas internacionales de moda.

*La gastronomía checa se basa principalmente en la carne de cerdo y en la de pollo y ternera. El plato más típico de Praga es el Goulash en sus múltiples variantes. La base es un estofado de carne vacuna, cebollas, pimiento y pimentón.  Knedlíky: Bolas de harina hechas a base de patatas o pan rallado. Kulajda: Sopa cremosa preparada a base de puré de patatas, setas y leche agria.

Degustar una buena (excelente) cerveza de medio litro en Praga cuesta entre 25 y 40 coronas (poco más de 1€). La Pilsner Urquell es la más famosa de Praga.

En ciertos bares se ve a jóvenes que piden un vasito de líquido esmeralda, le prenden fuego y se lo toman cuando la llama se extingue. El ajenjo, lo que llamamos aquí la absenta. Era la musa verde de los artistas y hacía tantos estragos (70º de alcohol) que a principios de siglo se prohibió su ingesta porque decían que poseía efectos psicotrópicos.

La comida rápida en la calle es buena y económica.

Completa tu experiencia saboreando los dulces típicos, los knedlíky, albóndigas dulces de harina. Kolache: Pastel relleno de compota de frutas o Palačinky: Crepe que se rellena de helado, fruta asada o mermelada.
 
Otra de las visitas acostumbradas en la Ciudad Vieja, es el recorrido por las sinagogas, el Antiguo cementerio judío y el Nuevo Cementerio Judío, donde están enterrados los restos del escritor Franz Kafka. Este cementerio fue fundado en 1890 cuando el Antiguo Cementerio Judío, en la que hoy es la calle Fibichová, dejó de funcionar.

Curiosidades:

*Pedir factura en los restaurantes para evitar que al sacar la cuenta de cabeza se equivoquen.

*Moneda: La corona. Un euro equivale (+ -) 35Kc.

*Los transportes y entradas a museos son muy económicos.

*Una singularidad praguense son las casas cubistas, cuyas audaces fachadas están marcadas por prismas y aristas. Estas se encuentran al salir de Praga por la puerta norte.

*La entrada al Castillo es libre.

*Entrar a las tiendas pronunciando un “dobrýden” (buenos días) te garantiza una sonrisa y una buena atención.

*Cuando yo visité Praga, las calles del centro estaban repletas de esculturas de vacas realizadas en fibra de cristal debido a una exposición artística itinerante llamada "Cow-Parade". Otorgaba originalidad y ambiente festivo y artístico a la ciudad.
*En Praga puedes manejarte con el inglés e incluso con castellano.

*Palabras de interés

  • Sí - Ano
  • No - Ne
  • ¿Cómo te llamas? - Jak se jmenujete?
  • ¿Cuánto es? - Kolik to stojí?













12.5.15

PARÍS


PARÍS.

Bautizada la “Ciudad del Amor”… o la “Ciudad de la luz”, entre otros nombres, porque fue  la primera ciudad iluminada por farolas de gas y desde entonces se la conoce por ese nombre.

¿Cómo no visitar lo más representativo de París?: La Torre Eiffel, el Arco del Triunfo, sus elegantes tiendas, sus interminables jardines, La Defensa (la parte moderna, y de negocios, de la ciudad) y por supuesto, para los amantes del arte, el Museo del Louvre (El más visitado del mundo). Ubicado en el Palacio del Louvre.
Ya solo el edificio en sí es interesantísimo de ver, se trata de una fortaleza del siglo XII, utilizada como residencia real por Carlos V y Felipe II y que se convirtió en museo cuando la residencia real se trasladó al Palacio de Versalles. Allí residen, actualmente, obras como: La Gioconda de Leonardo da Vinci. La Libertad Guiando al Pueblo de Delacroix. Las Bodas de Caná de Veronés…

Pero también son visita de interés: El Museo de Orsay,

El Centro Pompidou o El Museo de Picasso, en el Hotel Salé, ubicado en el histórico barrio de Le Maráis (Donde los vestigios de la Edad Media se mezclan con el esplendor de las grandes casas del siglo XVII) y además, es donde encontraremos las últimas tendencias de moda.


Asimismo os invito a visitar…Los jardines verticales del Musée Quai Branly, cerca de la Torre Eiffel, y el propio museo que posee una colección de más de 300.000 piezas de arte étnico procedentes de África, Asia, América y Oceanía. ¡Resulta una visita sorprendente!


Aquí en París, tenemos una de las réplicas de la Estatua de la Libertad, con una altura de 11,5m. Se ubica en una pequeña isla del Sena, la Isla de Los Cisnes.


*Recorrer el París del emperador Bonaparte, quien marcó el rumbo de Francia además de por su ambición, sus conquistas y batallas, porque le interesaba todo lo referido a la moda, la buena comida y la cultura, sobre todo la Ópera a la que acudía del brazo de su mujer, Josefina.

Ahora mismo, está abierto  al público en el Museo de la Armada (desde el pasado 27 de abril hasta el próximo 14 de julio, coincidiendo con la festividad nacional, que conmemora la toma de la prisión de la Bastilla en plena Revolución y el comienzo de la I República de Francia)  en el parisino Hotel de los Inválidos (donde están enterrados los restos de Napoleón) La muestra "Napoleón y Europa", se trata de una exposición que aborda la figura del emperador Napoleón Bonaparte desde una óptica plural con el resto de países.


La Plaza de la Bastilla, icono de la Revolución Francesa, se sitúa en el emplazamiento de la antigua fortaleza que fue saqueada el 14 de julio de 1789. La bastilla o fortaleza de Sant Antoine, era una de las que protegían la entrada a París y era parte de las murallas de la ciudad. Luego, Richelieu, la convirtió en prisión. Fue saqueada por unos 50.000 parisinos, en el que se considera el primer acto de la Revolución Francesa, “la toma de la Bastilla”.

Ahora, en el centro de la Plaza de la Bastilla, se alza la “Colonne de Juillet” (La columna de Julio) de 50 m de altura en memoria de las víctimas de las revoluciones de los años 1830 y 1848. Todas ellas están enterradas en su base y sus nombres están escritos en el fuste de la columna. Está rematada por una estatua de bronce, obra de Auguste Dumont que representa un genio con una antorcha en la mano derecha y una cadena rota en la izquierda, símbolo de la libertad. “El genio de la libertad”


Los parisinos además de amantes del arte, de la moda y del buen comer son muy amigos de hacer picnic, con queso, vino y delicatesen, eso sí, con los mejores productos pues tienen un gusto bastante chic. Así que te puedes encontrar a grupos y familias de parisinos, en los preciosos jardines que localizas repartidos por doquier en la ciudad, con la típica cesta de mimbre y el mantel a cuadros tomándose un relajado y apetitoso tentempié entre risas.


*París, para mí, tiene la combinación perfecta entre cultura, relax y buena gastronomía. Porque pienso que cada rincón de la ciudad, con sus dispares barrios, sus jardines, sus palacios, sus museos, hay que recorrerlo a conciencia, pero también disfrutar de momentos de descanso…,
Un paseo por el Sena, en “Bateaux Mouches” con almuerzo, es ¡muy recomendable! la visita a Notre Dame ¡imprescindible!!! Deambular por los mercadillos de París cargados de vida y colorido llenos de productos frescos y flores. Y sobre todo, disfrutar de los platos típicos…, Los completos desayunos con pain et confiture que se elabora con baguettes o bollos abiertos por la mitad rellenos de mermelada o mantequilla. Platos como: Pato a la naranja(a base de pato asado a fuego lento y bañado en una delicada salsa de naranja) Ratatouille(deliciosa mezcla de vegetales sazonados y fritos con aceite de oliva y hierbas) Sopa de cebolla(a base de cebolla con mantequilla y queso gratinado que se sirve con crujientes rebanadas de pan) Y los deliciosos postre (porque la mayoría de los franceses son golosos) los petits fours, que son pasteles de tamaño pequeño como los merengues o los deliciosos buñuelos.


En el corazón del Barrio Latino está situado el Panthéon, mandado construir por Louis XV para sustituir la iglesia de St Genevieve. Una vez aquí, es hora de tomar un café en las animadas calles de las inmediaciones de la Sorbona. O dar un bocado a las apetecibles y exquisitas pizzas. Pasear por los Jardins de Luxembourg y visitar St Germain des Près.


*El Ayuntamiento de París llamado Hôtel de Ville, es un hermosísimo edificio renacentista ubicado en la Plaza del Ayuntamiento, antes llamada Place de Greve. En su fachada hay 136 estatuas de personalidades históricas famosas, incluyendo políticos, artistas e industriales y en su interior nos encontramos con numerosas salas como la Sala de los Prebostes (preboste=alcalde) y con la estatua de Juana de Arco y la monumental escalera que lleva al piso de arriba.


*Montmartre  ¡Mi parte favorita de París!

Visitar la Basílica del Sacré Coeur y disfrutar de las vistas desde las escalinatas es magnífico, aunque, si tienes tiempo, tomar una tapa de queso o micuit saboreando una copa de vino desde cualquier cafetería restaurante con vistas a la grandiosa ciudad Parisien lo es aun más.   

Pasear por las calles más emblemáticas del barrio bohemio de París es una gozada, la plaza donde concurren muchos pintores callejeros de la cuidad haciendo caricaturas de los viandantes o plasmando paisajes en sus lienzos, llamada la plaza del teatro o de los pintores, la plaza esté rodeada, también, de cafés y creperías en los que parar a tomar un tentempié, aunque siempre está abarrotada de gente. Las tiendas de souvenirs y productos típicos también hacen presencia en la Place du Tertre y alrededores, y es uno de los lugares más baratos de París para hacer las típicas compras de recuerdos.  En una de las esquinas se encuentra el Museo de Dalí. 

En Montmartre, a pocos metros de la estación de metro de Abbesses encontrarás, también, el “Muro de los Te Amo”, tiene escritas frases de amor en más de 300 lenguas (El Autor, Frédéric Baron, brinda al mundo un lugar en el que el amor por el prójimo resulta evidente y enternecedor) Recomiendo concluir la visita en el representativo Moulin Rouge.


Visitar sus catacumbas, yo visité las de Roma y también estas…,una curiosidad morbosa como otra cualquiera jaja, en el nº 1 de la Avenue du Coronel Henri Rol-Tanguy. Trescientos metros de túneles subterráneos donde se encuentran restos humanos de distintas épocas. Abstenerse claustrofóbicos.


Compras y gastronomía:


En París están las célebres Galerías Lafayette, donde encontrarás de todo, además, a quien le guste la arquitectura como a mí, admirar el hermoso edificio en el nº 40 del Boulevard Haussmann ¡será una gozada!

Aquí mismo, en Caves Augé, en el 116 del Boulevard Haussmann, hallamos la tienda de vino más antigua de París.

Para comprar quesos, Dubois et Fils en el nº80 de la rue Tocqueville.

La calle Rosiers, en pleno barrio judío, está llena de tiendas con mucho colorido, y si tienes hambre, es el momento de un tentempié comiendo alguna de las especialidades que se ofrecen al paso.

La Rue des Franc Bourgeois; una de las más animadas con curiosas tiendas de ropa y antigüedades. Cerca del Museo de Picasso.

Las firmas de alta costura se concentran en la zona de la Avenue Champs Elysées, Avenue Marigny, Avenue Montagne y Rue Faubourg St-Honoré. Chanel, Pierre Cardin, Christian Dior, Ungaro, encontrarás a todos los grandes del mundo de la moda.


Algunos sitios donde probar la gastronomía de la ciudad:

Les Deux Magots donde podrás disfrutar de exquisitas ensaladas, sándwiches, platos a base de salmón y un amplio menú de vinos.

El restaurante Procope, uno de los más famosos y antiguos. Muy frecuentado por grandes artistas e intelectuales.

Le Pré Catelan, Épicure, L'Ambroisie, L'Astrance …París es una de las ciudades con mayor número de restaurantes con estrellas Michelin.




Algunas cosas curiosas:

•París tiene playa!!! Como ya he citado en alguna otra ocasión, en París, en verano se instalan a lo largo de 4km del Sena, arena, tumbonas y sombrillas.

•La Tour Eiffel es 15 a 18 cm más alta en verano por efecto de la dilatación del hierro

•Cuando vayas a los restaurantes te encontraras, por ejemplo, que en lugar de servirte mantequilla para acompañar las tostadas te ponen mostaza y si quieres utilizar el baño, aun cuando seas cliente del lugar, necesitaras sí o sí de una moneda.

• Para los sibaritas y curiosos está la ruta de la Champaña. Desde las vides hasta las bodegas. Se pueden visitar templos subterráneos como son las bodegas de Veuve-Clicquot, Moet &Chandon, Mercier, Ponsardin…Con su correspondiente cata.

 
















Milán

¡Por fin una escapada a Milán! después de tantos años que lleva proponiéndome la experiencia mi querido amigo Claudio. Sí, es cierto, quiz...